SOPORTE CIENTIFICO APLICADO DE LA  FUNDACION EMPRENDEDORES DE LUZ

La violencia intergeneracional ha sido ampliamente estudiada en los campos de la neurociencia y la psicología social, y dos de los principales referentes en estos temas han sido fundamentales para el desarrollo de nuestras investigaciones.

Dr. Eduardo Calixto, neurocientífico mexicano, ha realizado investigaciones pioneras sobre el impacto del estrés y la violencia en el cerebro. Su trabajo ha sido clave para entender cómo el trauma intergeneracional afecta la plasticidad neuronal, perpetuando patrones de comportamiento agresivo y reacciones al estrés. Calixto ha demostrado que las experiencias de violencia no solo tienen un impacto emocional, sino que también generan cambios físicos en el cerebro, lo que dificulta la capacidad de las personas para reaccionar de manera adaptativa en situaciones de estrés. Gracias a sus estudios, hemos logrado identificar cómo nuestras propias reacciones inconscientes están profundamente arraigadas en el funcionamiento neurobiológico, permitiéndonos pasar de la teoría a la práctica en nuestro proceso de sanación.

Por otro lado, la Dra. María Rojas Estapé, psiquiatra española, ha profundizado en el estudio de las neuronas espejo y su rol en la reproducción de comportamientos violentos. Estas neuronas, responsables de la imitación y la empatía, facilitan la internalización de la violencia observada en el entorno familiar y social. Su trabajo nos ayudó a comprender que muchos de nuestros comportamientos no eran únicamente aprendidos a nivel consciente, sino que respondían a una repetición inconsciente de patrones observados en nuestras familias. Esto fue crucial para nuestra investigación, ya que nos permitió identificar el problema en nuestras propias vidas y generar «saltos neurológicos» a medida que sanábamos y aplicábamos nuevas normas en nuestras conductas.

Gracias a las aportaciones del Dr. Calixto y la Dra. Rojas Estapé, la Fundación Emprendedores de Luz ha sido capaz de desarrollar un enfoque que combina la neuroeducación y el análisis conductual para erradicar la violencia intergeneracional. Al integrar estas teorías con nuestras experiencias personales, logramos registrar nuestro proceso de transformación, avanzando hacia soluciones que no solo abordaron nuestros traumas, sino que también nos permitieron ser agentes de cambio en nuestras propias familias y comunidades.

Estos investigadores han sentado las bases para comprender mejor cómo los comportamientos violentos y otras formas de conducta se aprenden, se transmiten y se perpetúan a lo largo de generaciones. Su trabajo ha influido profundamente en las áreas de psicología, neurociencia y ciencias sociales.